Las experiencias vividas en las últimas elecciones por nuestro país y sufridas en nuestra Provincia, las cuales se caracterizaron por las largas colas para emitir el voto, el faltante recurrentes de boletas de varios partidos y la ausencia de autoridades de mesa, nos desafían a la elaboración de nuevos sistemas y técnicas de votación, entendiendo por ello no sólo el proceso mismo de elección de autoridades para los resultados finales, sino también el procesamiento y obtención de los resultados finales.
Ante esta situación, es preciso pensar una reforma de la ley electoral de nuestra provincia. De esta manera, la introducción de sistemas de boletas únicas no sólo aliviaría la erogación que realiza el estado para la impresión de las famosas boletas tipo lista sábana, sino que además aseguraría la presencia de todos los candidatos al momento de que los electores emitan su voto, ahuyentando así los reiterados intentos de fraude. Es de público conocimiento que, en los últimos comicios, éstos no fueron rumores sino una realidad.
Este sistema permite mayor rapidez en la emisión del voto, favoreciendo los tiempos electorales a gran escala, no solo durante el período eleccionario sino luego, al momento del recuento. Otra de sus características es la posibilidad de ahuyentar los viejos sistemas de fraude, como la entrega previa de boletas a los electores o el robo de las mismas en el cuarto oscuro.
Las experiencias llevadas a cabo en Buenos Aires en relación a la implementación del sistema de voto electrónico nos invita a reflexionar sobre la posibilidad de traspolar este sistema, de exitosa implementación en países como Brasil. A la vez, debemos observar que la idiosincrasia argentina no es la misma en todas las provincias, por lo cual la implementación deberá ser acompañada por la rapidez, fluidez y seguridad en la preparación previa, así como en la emisión, recuento y escrutinio final.
El desafío es implementar nuevos sistemas, que aumenten el grado de confianza del electorado al momento de emitir su voto. Ante esta oportunidad, el sistema de boleta única y el de voto electrónico nos posibilitarán asegurar la fluidez del proceso electoral en todas sus etapas. De este modo, podrán fortalecerse los sistemas constitucionales de emisión de voto y elección de autoridades en los diferentes niveles de gobierno
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