En un año electoral, el Gobierno parece preocuparse únicamente en recaudar. Lo intentó con la suba de las retenciones, y fracasó; lo intentó con la AFJP, y lo logró.
Siempre montado en ampulosos discursos demagógicos, en la pretendida redistribución del ingreso, en la confrontación con los grandes grupos económicos, o los terratenientes (¿?), en la defensa de los más humildes, embiste los bolsillos de la gente.
Ahora, en plena crisis financiera, y con un conflicto nunca solucionado con el campo, reflotan la idea de un ente estatal de comercialización de granos. También el argumento es hoy la defensa de los pequeños y medianos productores, sosteniendo un precio de referencia. Y en principio esta no es una mala idea.
Pero uno debe pensar en los contextos históricos y políticos. Y un Gobierno que ha demostrado un fuerte sesgo autoritario; arbitrariedad en la asignación de recursos; graves denuncias por irregularidades de sus funcionarios; enriquecimientos personales sin explicación; y un claro desprecio por las instituciones; tendría en sus manos un poder absoluto para someter a un sector que ha elegido como el enemigo a derrotar (en la puta lógica kirchnerista).
Y además debemos pensar. Más allá de las elecciones, ¿qué país quedará? El matrimonio Kirchner apuesta la continuidad en el poder, todo en este año, y no reparará en nada de lo que le pueda significar recursos para su política de prebendas…pero las cuentas en algún momento habrá que pagarlas.
Falsas Civilidades: Caso Carlos Jáuregui.
Hace 7 años